miércoles, 13 de enero de 2016

Después de una larga ausencia y desatención a mi pequeño rincón de pensamientos, he recordado un poema que creí haber publicado, pero que por lo visto, por algo no me atreví en su momento. Despues de un tiempo, me he dado cuenta que puedo leerlo sin llorar, al menos no con esas lágrimas que me atenazaban cuando recordaba cada uno de los sentimientos que me infundaron a escribir cada letra.
Hoy decidí compartirlo...


Cuando duele el alma

Viniste a mí cual imposible
y plegué mis alas para envolverte.
Me hice vulnerable a tus palabras,
te di mi corazón y abrí mi mente.
En lo mas alto del sentido del amor
me rechazaste.
Sin oportunidad, ni explicación,
sin esperanza.
Mi corazón se partió en ese instante,
en que a ti te envolvía la templanza.
Me arrancaste sin piedad todos mis sueños,
me arrancaste mi ilusión y mi alegría,
me engañaste como a un niño pequeño
que le nublan la razón, sabiduría.
Ahora vago por los mares de la duda,
de si alguna vez en verdad fuiste sincero.
Pues el querer no se olvida en un momento,
ni tan fácil es decir "te quiero".

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